Las poblaciones de mosquitos (Culicidae) y otras especies de insectos voladores (como moscas, tábanos, avispas y hormigas voladoras, entre otros) de manera recurrente experimentan explosiones demográficas que pueden comprometer el bienestar e, incluso, la salud de los ciudadanos. Controlar a estas especies mediante el uso de insecticidas químicos es una estrategia muy costosa, peligrosa para la salud, no respetuosa con el medio ambiente y que no soluciona el problema, sino que si acaso lo reduce de manera puntual. Además, en ocasiones la aplicación de estos productos tiene efectos negativos sobre los depredadores naturales de estos insectos, lo que a corto y medio plazo puede revertir en un aumento aún más acusado de la especie plaga.
Mediante este proyecto pretendemos favorecer a los depredadores naturales que cohabitan con la especie humana en los núcleos urbanos: golondrinas, aviones, vencejos y murciélagos (GOL-VEN-AVI-MUR). Estos voladores urbanitas pueden contribuir a controlar los niveles poblacionales de las especies plaga y, por tanto, reducir la recurrencia de las explosiones demográficas. Además, se empeñan en querer vivir con nosotros pese que, a cambio, muchas veces solo reciben una fama que no se merecen y ven como son destruidos sus nidos (¡incumpliendo con la ley!) por la falta de educación.